Algunas de ellas ocurren accidentalmente y otras como resultado de una mala práctica, gesto deportivo, desgaste...etc. Estas últimas, muchas veces son el resultado de un mal enfoque del entrenamiento o el deporte, al no dar verdadera importancia al calentamiento y los ejercicios de estiramiento, antes y después de la práctica deportiva.
El calentamiento previo y los estiramientos son fundamentales en la prevención de lesiones deportivas, pues preparan nuestro cuerpo en el desarrollo del ejercicio físico.
Estas son las lesiones más comunes:
- Esguinces o torceduras de ligamentos y desgarros de músculos y tendones
- Lesiones en la rodilla
- Hinchazón muscular
- Lesiones en el tendón de Aquiles
- Dolor a lo largo del hueso de la canilla (tibia)
- Fracturas
- Dislocaciones.
- Tendinitis.

Lesiones agudas:
-Las lesiones agudas se producen repentinamente en la practica del deporte, a raíz de un solo golpe o de la aplicación de una fuerza aislada sobre un músculo, articulación, ligamento, hueso...
Se caracterizan por un dolor grave repentino, hinchazón, dificultad en el movimiento, hematoma.
Lesiones crónicas:
-Las lesiones crónicas se desarrollan progresivamente durante un periodo de tiempo mas o menos prolongado. Las lesiones crónicas suelen estar provocadas por movimientos repetitivos, de sobrecarga y sobre esfuerzo. Muchas de las lesiones agudas con un mal tratamiento o una mala cura, vuelven a recaer y a la larga se convierten en una lesión crónica.
Siempre que se produzca una lesión aguda lo primero que debemos de hacer es: RICE
REST, ICE, COMPRESIÓN Y ELEVATION.
Reposo, hielo, compresión y elevación, son los componentes más importantes de las medidas a tomar en caso de lesión. El autotratamiento debe comenzar lo antes posible tras producirse la lesión, tratados en los primeros 15 – 20 minutos puede significar una reducción de días o semanas en el retorno a la actividad deportiva. Usarlo dentro de las 24 horas siguientes puede reducir el tiempo de recuperación entre un 50 y un 70%.